
El Cerebro Triuno de Paul Maclean
Tras la concepción y con la ayuda del movimiento del embrión, se va formando el sistema nervioso. Las neuronas comienzan a formar una red de comunicación a través de los axones, dentritas y van almacenando y transmitiendo la información de unas a otras (plasticidad neuronal). Poco a poco empieza a construirse el cerebro que controlará y dirigirá el cuerpo durante toda la vida.
Las transmisiones neuronales se realizan gracias a los neurotransmisores que han sido activados mediante impulsos eléctricos, químicos y mediante el movimiento. La plasticidad neuronal es la capacidad que tiene el propio cerebro para aprender, y se alarga durante toda la vida.
El cerebro está dividido en tres sistemas independientes pero interconectados y se han desarrollado a través de la evolución.
- El sistema reptiliano: tronco encefálico, bulbo raquídeo.
- El sistema límbico: hipotálamo, hipófisis, pineal, hipocampo, amígdala, tálamo.
- La corteza cerebral: lóbulo frontal, occipital, lóbulos temporales y parietales.
El Sistema Reptiliano
El sistema reptiliano se desarrolla desde la concepción hasta los 15 meses. Como hemos dicho antes el movimiento del bebe es determinante para el proceso de maduración del cerebro, y este comienza en la concepción, el bebe se moverá en el útero, y al nacer pasará por diferentes etapas de desarrollo, el balanceo, rotación de cadera, levantamiento de la cabeza, arrastre y reptado. El niño irá adquiriendo confianza, despertará en el la curiosidad (levanta la cabeza y mira hacia los lados) y empezará a moverse en su entorno, a reconocer su espacio y a controlar su territorio. El cerebro reptil controla las funciones básicas para la supervivencia de la especie, y cuando no esta en comunicación con las áreas superiores del cerebro aparecen comportamientos dominantes, agresivos, pero también de sumisión, lucha y huida.
El Sistema Límbico
El sistema límbico (desde los 15 meses hasta los 4 años) envuelve el bulbo raquídeo (parte del reptiliano). Se encuentra en los mamíferos, que a diferencia de los reptiles, cuidan y protegen a sus crías, las amamantan y les enseñan. Es la parte del cerebro que procesa las emociones, se encarga de la memoria, por lo tanto de la experiencia y del aprendizaje.
El sistema límbico recibe las señales de los sentidos, pero también de los órganos internos, si necesitamos agua o comida nos sentiremos sedientos o hambrientos y actuaremos para conseguir comida y bebida. Nuestros pensamientos también pueden producir emociones que afectan a nuestros órganos, es lo que llamamos enfermedades psicosomáticas.
Ahora el bebe comienza a sentarse, a balancearse de delante a detrás y empieza a gatear, aquí es donde empiezan a trabajar los dos hemisferios cruzados (hasta ahora los movimientos eran homo laterales), fundamental para determinar la lateralidad, los ojos cruzan la linea media del cuerpo.
Por lo tanto el sistema límbico se encarga de la experiencia del aprendizaje, la gestión de las emociones, la motricidad, la coordinación mano-ojo, articulación de palabras… mas adelante veremos la importancia de las emociones en el aprendizaje.
El neocórtex
El neocórtex es la parte mas evolucionada del cerebro. Lo que conocemos como hemisferios cerebrales. Rodean al sistema límbico y está conectado con las partes inferiores (límbico y reptiliano). Está compuesto por diferentes lóbulos que se encargan del lenguage, de discernir, imaginar, y también de la actividad muscular y la postura. Recibe la información de los sentidos que vienen del sistema límbico y si las conexiones no son optimas el niño no podrá controlar sus impulsos ni su conducta. Para que el córtex funcione correctamente tiene que ser estimulado desde el tronco encefálico, si el niño tiene problemas de motricidad o falta de tono muscular no podrá activar correctamente el córtex y tendremos un niño apático, con poca motivación para explorar y conocer el mundo.
Como hemos visto estos tres “cerebros” interconectados forman nuestro cerebro, que podemos dividir en tres dimensiones, izquierda/derecha, delante/detrás, arriba/abajo en base a la función que desempeñan. Por ejemplo, tenemos la dimensión de la lateralidad, o la capacidad de cruzar la linea media del cerebro, es decir, pasar la

información del hemisferio izquierdo al derecho, importantisimo para definir la lateralidad, escribir, leer, y sobre todo comprenderlo. La dimensión de enfoque es la cualidad de cruzar la linea entre el lóbulo posterior y el anterior. La dimensión de concentración es la habilidad para cruzar la linea entre el componente emocional y el pensamiento. Nada se puede aprender sin sentimiento y sin un sentido de la comprensión.
Cuando no hay conexiones entre estos sistemas o dimensiones el niño tendrá problemas de aprendizaje, estos variarán según la zona afectada.